Publicado 22 de febrero de 2022 en MK Friends por Blog MK
Como fanática del color en todas sus variantes, siempre busco estimular los espacios que diseño con al menos un detalle de color. Y para lograr eso, la mejor forma es dar un acento protagonista y atrevido a la totalidad de un espacio, considerando el tono y la textura del elemento que lleva el color.
Por ejemplo, un porcelanato, una cerámica o un objeto y qué tanto brillo tienen o cómo reflejan la luz natural y artificial, son elementos fundamentales al momento de elegir el tono exacto.
El color no satura si es elegido en la forma o elemento correcto. Un muro rosado, verde o azul puede aportar carácter y personalidad única a una cocina o a un baño, pero también existe la alternativa de usarlo en muebles, griferías o artefactos. Hacer este mismo ejercicio de integrar el color que más te guste siendo más creativo y menos obvio que en un muro, es una jugada súper atrevida para salir de lo tradicional.
Hoy en día existen tantas variedades de muebles, revestimientos y objetos que permiten, quizás con un detalle, dar un toque diferente a un lugar, el color es vida y entrega a los espacios un sello tan especial, aparte de mucha personalidad.
Siempre le digo a mis clientes que nada es para siempre, por eso recomiendo al menos una vez en la vida atreverse a jugar con algo que nos da miedo y que puede ser revertido fácilmente, y que por lo general no lo es, ya que el resultado siempre es entretenido y entrega emoción.
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