La belleza de la imperfección

La cerámica “artesanal” o que parezca hecha a mano es una tendencia que viene fuerte en el mundo, porque cada vez hay más personas que buscan contar una historia a través de productos únicos y originales.

La estética de la imperfección ha ganado terreno desde que la sostenibilidad y el wabi sabi se volvieron tendencia. Las superficies moteadas, granuladas y claramente recicladas, son los materiales más buscados por los especialistas en vanguardia. Son azulejos llamativos y muchas veces con colores vibrantes, por lo que son perfectos para revestir, por ejemplo, los muros de una cocina.

Nos referimos a los productos en los que podemos determinar cuales fueron sus vidas pasadas para crear un patrón único y diferente a cualquier otro. Por ejemplo, se le puede dar una segunda vida a los ladrillos que se pierden luego de una demolición, como los Antique de Klipen, que permiten reutilizar más del 40% del material para transformarse en otro ladrillo y darles un estilo industrial a nuestros espacios, no solo aportando con diseño, sino que también con sostenibilidad que ayuda al medioambiente.

Otro ejemplo claro, son los azulejos de fabricación artesanal, que brindan homenaje al volver a lo natural, al arte ancestral de diferentes culturas y a las texturas de la naturaleza. Podemos encontrar cerámicas de muro que nos hacen experimentar el movimiento al tacto o a la vista, ya sea por superficies porosas o por la terminación de su textura.

En definitiva, todas las imperfecciones, vengan desde donde vengan, cuentan una historia y esa es la riqueza de esta tendencia llena de profundidad en su origen. Nos llama a preocuparnos de reutilizar y reconectar con las materialidades, colores y texturas que no solo contarán una historia, sino que también aportarán con la personalidad única que una cocina debe tener: íntima, confortable y auténtica.

Atrévete con estos bricks, transversales y distintivos de aspecto “hecho a mano” y dale protagonismo al poder narrativo de tus superficies.